TERRITORIOS GLOBALES
En un mundo en el que priman las interdependencias, los territorios juegan un papel determinante como espacio físico, económico, social y cultural en el que cobran forma algunos de los fenómenos más relevantes ligados a la globalización.
En un mundo en el que los vínculos, las conexiones y las interdependencias entre países, sociedades, instituciones y personas son más fuertes que nunca, los territorios juegan un papel determinante como espacio físico, económico, social y cultural en el que cobran forma algunos de los fenómenos más relevantes ligados a la globalización.
Ya sea en las grandes metrópolis, en los sistemas de ciudades intermedias o pequeñas o en su territorio rural, el cambio climático, la salud global, las desigualdades, las migraciones o la disrupción tecnológica, por poner algunos ejemplos, se erigen como retos que condicionan el bienestar, la cohesión social y la sostenibilidad.
Articular respuestas eficientes a dichos retos desde los territorios es clave. Para ello, sus gobiernos y los actores que operan en ellos requieren de un entorno institucional y normativo favorable, así como de los recursos, económicos, humanos y tecnológicos suficientes para desplegar las estrategias y las políticas públicas necesarias. Pero en un mundo globalizado, la gestión de dichos retos requiere también que los gobiernos locales y regionales se posicionen en el escenario internacional, incidiendo en las agendas políticas globales, tejiendo alianzas y cooperando con otros territorios y actores, compartiendo conocimiento, experiencias y soluciones o atrayendo oportunidades.
Para operar en el escenario internacional de forma eficiente los gobiernos de los territorios necesitan disponer de una visión estratégica clara y de los recursos adecuados. Visión estratégica que de forma a una política pública que oriente la acción internacional a los intereses, las necesidades y las aspiraciones de los territorios y sus actores. Una política pública que articule la presencia y la voz en los foros políticos internacionales; que de forma a las estrategias de proyección y atractividad dirigidas a captar inversiones, sedes, talento o eventos; y que despliegue todo el potencial de los partenariados de cooperación descentralizada construidos con otros territiorios.
Posicionar a los territorios como actores globales requiere de liderazgos éticos, robustos y consolidados; liderazgos que sean capaces de articular alianzas con otros actores, públicos y privados; de movilizar los activos disponibles en el territorio y acceder a recursos externos; de capitalizar y proyectar las innovaciones y los elementos de valor añadido que ofrece el territorio; y de rendir cuentas ante la ciudadanía.